Robert Capa , el primer fotoperiodista de la historia


Robert Capa solo tenia 25 años cuando la revista inglesa Picture Post le concedio el titulo de "el fotografo de guerra mas importante del mundo" por su reciente reportaje sobre la Guerra Civil española. Cubrio el conflicto desde el comienzo y recorrio diferentes regiones del territorio español, solo o con su compañera, Gerda Taro. Sus primeras fotografias, publicadas en 1936 en diversos periodicos y revistas (como Vu, Weekly Illustrated y Life) , suscitan un enorme entusiasmo por su fuerza y su impacto visual, ineditos hasta el momento: la celebre imagen del militante republicano herido de muerte se ha convertido en un icono de la lucha antifascista.


Algunas voces han puesto en duda la autenticidad de la imagen, aduciendo que se trataba de una puesta en escena... En la actualidad, gracias a las investigaciones realizadas por Richard Whelan, historiador de la fotografia y biografo de Robert Capa, sabemos con certeza que esa imagen fue realizada en Cerro Muriano, cerca de Córdoba, el 5 de septiembre de 1936; el miliciano se llamaba Federico Borrel García y realmente murio aquel dia en el frente.

Por indicacion de otro gran fotografo, el hungaro Andre Ketesz, Robert Capa habia empezado a utlilizar la pequeña y manejable Leica. Enseguida descrubre las extraordinarias cualidades de esta camara para el reportaje periodistico: la Leica se revela como una herramienta muy valiosa, que permite al fotografo realizar imagenes mas espontaneas y acercarse mucho mas a los sujetos que retrata, algo imposible con una camara de gran formato, lenta y voluminosa.

La Leica de 35mm existe desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial, pero , al ser considerada durante mucho tiempo un juguete, no se comercializa hasta 1925. La Leica unida a la audacia y al talento de Robert Capa manifiesta en el frende, le convierte en un personaje legendario.

Nunca sabremos si con su afirmación célebre " if your photographs are not good enough, you¡re not close enough..." (" si vuestras fotografias no son lo suficientemente buenas es porque no estais lo bastante cerca..."), Robert Capa solo se referia a una proximidad fisica. En cualquier caso, para él, lo que realmente cuenta es otro tipo de proximidad: la compresion del tema fotografiado.

La guerra fue el drama de su epoca y Robert Capa creia sinceramente que sus fotrografias podian contribuir a la lucha contra el fascismo. Conocia y odiaba la guerra, pero continuo cubriendo otros conflictos.

Una de sus misiones más conocidas fue la cobertura del desembarco de Normandía, el 6 de Junio de 1944, el famoso dia D. Un lamentable error de revelado estropeo las dos peliculas que habia utilizado aquel dia poniendo en peligro su vida: solo se salvaron 11 de las 72 imagenes realizadas. Life las publio precisando que estaban "Ligeramente desenfocadas".

Cuando finalmente se cumplio sus viejo sueño de ser un "fotografo de guerra en paro" (no por haber renunciado al oficio, sino debido a la ausencia de nuevos conflictos), llevo durante varios años una placentera vida cosmopolita en Paris.

En 1947 Robert Capa puso en marcha un proyecto en el que llevaba pensando hacia mas de una decada: la creacion de una agencia de fotografos; fundo Magnum Fotos. Desde el principio su placer consistia en aconsejar y guiar a jovenes fotografos con talento.

En 1954 el fotografo que cubria la guerra de Indochina tuvo que regresar a Estados Unidos y el director de la revista para la que este trabajaba convencio a Robert Capa para que lo reemplazara en el frente. El 25 mayo de ese mismo año, en una parada del convoy en el que circulaba pisó una mina antipersona y sufrio una herida mortal.

Robert Capa nos ha dejado un legado de 70.000 negativos (reunidos en tan solo 22 años de carrera). Sus imagenes ademas de documentar los acontecimientos mas importantes del siglo XX, se han convertido en autenticos iconos de lucha, de la resistencia y de la dignidad humana frente al sufrimiento.

DESCUBIERTAS RECIENTEMENTE MAS DE 3000 FOTOGRAFIAS DE ROBERT CAPA


Más de 3.000 fotografías inéditas de la Guerra Civil española realizadas por Robert Capa, uno de los pioneros del fotoperiodismo, han sido finalmente descubiertas tras pasar 68 años ocultas en México. Se trata de 127 rollos guardados en tres cajas que en 1940 llegaron a manos del general mexicano Francisco Javier Aguilar González, entonces diplomático en Francia.

Casi 70 años después de ser enviadas a México la cineasta Trisha Ziff localizó las cajas a través de los descendientes de Aguilar González, que luchó en la revolución mexicana a las órdenes de Pancho Villa, antes de ser diplomático en el Extremo Oriente y Francia.

Capa las había dejado en París cuando huyó a EE UU, en 1939. El fotógrafo creyó que los negativos (que hoy constituyen lo que se ha venido en llamar la maleta mexicana) había sido destruidos tras la invasión nazi. Capa murió trabajando en Indochina, en 1954, creyendo todavía que esas miles de fotografías habían desaparecido para siempre.

De París, la maleta viajó a Marsella y de allí a Ciudad de México. El mes pasado llegaron finalmente al Centro Internacional de Fotografía de Midtown Manhattan, que fundó el hermano de Robert Capa, Cornell. La propiedad de los negativos ya ha vuelto a la familia Capa, tras años de negociaciones con los herederos del general Aguilar, cuenta The New York Times.

Las imágenes, algunas de ellas tomadas por Gerda Taro, compañera de Capa, así como por David Seymour, muestran combates y escenas cotidianas durante los años de la Guerra Civil en España.

Robert Capa, quien se inventó su nombre artístico, huyó con su familia de los nazis cuando estos dominaban media Europa. Muy joven llegó a España para fotografiar la Guerra Civil. En el Cerro Muriano (Córdoba) hizo la foto del miliciano a punto de morir, doblado por un disparo, que se convirtió en un icono de la guerra española. Aunque hay quien asegura que aquella foto estaba preparada, lo cierto es que aquel día y en aquel sitio murió el miliciano de la foto, Francisco Borrell.



Bebedor, mujeriego, siempre con un cigarrillo en la mano, Capa se encumbró como el mejor fotoperiodista del momento con sus imágenes del Día D, el desembarco de Normandía que supuso el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial. Aquellas fotos, ligeramente desenfocadas por un error en el revelado, le dieron un gran disgusto y, a la vez, el título de su autobiografía: Robert Capa: ligeramente desenfocado. Después de la guerra, en 1947, Capa fundó con Henri Cartier-Bresson, entre otros, la agencia Magnum, la que convirtió a los fotógrafos en dueños de su trabajo, con mayor independencia y marcándose sus objetivos.

A Capa lo mató una mina en la guerra de Indochina en 1954, cuando cubría un reportaje que no le hacía especial ilusión pero al que se vio arrastrado por la insistencia de su editor.